Cuánta verdad encierra nuestro refranero popular en la manida frase de “una imagen vale más que mil palabras”, y que oportuna resulta en muchas ocasiones dicha disquisición cuando nos topamos con fotografías que impactan la visión y nos sitúan ante realidades que, por inverosímiles, serían difícilmente entendibles si sólo se describiesen con palabras.
Sin duda, en esa categoría de imágenes imposibles encuadraría perfectamente la ya histórica fotografía tomada el pasado jueves en el conclave celebrado para aprobar los Presupuestos Municipales. Los nueve brazos levantados de los concejales del PSOE y UPOA vaticinaban un “Habemos Pactum”, que hizo sonrojarse hasta el mismísimo Cristo que, con los brazos en cruz, observaba el insólito hecho desde el monumental lienzo situado en la pared frontera del Cenobio Consistorial.
Como si de un atraco a la dignidad política se tratase, las manos de los concejales de UPOA se levantaban al unísono con las del PSOE al pedir el alcalde respaldo a su política municipal con la aprobación del Presupuesto, mientras un escalofrío de vergüenza ajena hacía temblar el universo político de este pueblo, al verse cómo, el actor principal de la tragicomedia representada durante más de veinte años por la compañía “izquierda transformadora de Aguilar”, dejaba caer su careta, -como en las mejores comedias griegas-, para ofrecer al público su verdadero rostro político.
Nunca Maquiavelo y su famosa frase “el fin justifica los medios”, tuvo más vigor en los entresijos políticos de Aguilar que en la pasada noche del 1 de marzo, cuando el tornavoz del salón de plenos recogía las palabras encrespadas del señor Zurera defendido, como fiel escudero del PSOE, los presupuestos de Francisco Paniagua. ¡Vivir para ver!.
Dicen que la política hace los más extraños compañeros de viaje, y que duda cabe que más que extraño resultó asombroso comprobar la noche de autos cómo, Francisco Paniagua y Antonio Zurera, o Antonio Zurera y Francisco Paniagua ( UPOA =PSOE) emprendían juntos un camino sin retorno que nadie puede vaticinar a donde les conducirá, pero que sin duda rompe todos los criterios de lógica y sensatez política, ya que el punto de partida de esta insólita e inesperada afinidad, tiene como base el pozo de improperios y descalificaciones que la antes UPAN y ahora UPOA han vertido durante 20 años contra el PSOE y sus alcaldes.
Mucha amnesia van a necesitar los socialistas de Aguilar para asimilar la reicen estrenada empatía entre su alcalde y el portavoz de UPOA, preludio de estrategias políticas comunes en las que no sabemos si le tocará al PSOE radicalizar sus posturas para converger con UPOA, o será UPOA la que relativice sus tan cacareados principios de la Izquierda radical para echarse en los brazos del PSOE. El tiempo, juez inapelable de la verdad, pone siempre a cada uno en su sitio, y acaba de ubicar a UPOA muy cerquita de los sillones del PSOE.
Estamos, pues, ante los preliminares de una nueva comedia en la que, el dejarse querer del alcalde y el deseo imperioso de amar en tiempos de crisis, por parte del primer edil de la Oposición, constituyen el contubernio preciso y necesario para la tramoya del nuevo escenario político estreno la pasada noche en el salón de Plenos. Ante esta inesperada realidad resulta difícil para cualquier analista político local discernir cual de los dos protagonistas ha llegado antes a la conclusión de que “si no puedes con tu enemigo, únete a él”
Antonio Maestre Ballesteros