domingo, 4 de marzo de 2012

Punto de Vista: ¡Vivir para ver!


Cuánta verdad encierra nuestro refranero popular en la manida frase de “una imagen vale más que mil palabras”, y que oportuna resulta en muchas ocasiones  dicha disquisición cuando  nos topamos  con fotografías que impactan la visión y nos sitúan ante realidades que,  por inverosímiles, serían difícilmente entendibles si sólo se describiesen con palabras.
Sin duda, en esa categoría de imágenes imposibles encuadraría perfectamente la ya histórica  fotografía tomada el pasado jueves en el conclave celebrado para aprobar los Presupuestos Municipales. Los nueve brazos levantados  de los concejales del PSOE y UPOA  vaticinaban un  “Habemos Pactum”,  que hizo sonrojarse hasta el mismísimo Cristo que, con los brazos en cruz,  observaba el insólito hecho  desde el monumental lienzo situado en la pared frontera del  Cenobio Consistorial.

Como si de un atraco a la dignidad política se tratase, las manos  de los concejales de  UPOA se levantaban al unísono con las del PSOE al pedir el  alcalde respaldo a su  política municipal con  la aprobación del Presupuesto,  mientras un  escalofrío de vergüenza ajena hacía temblar el universo político de este pueblo, al verse cómo, el actor principal  de la tragicomedia  representada durante más de  veinte años  por  la compañía  “izquierda transformadora  de Aguilar”, dejaba caer su careta, -como  en las mejores comedias griegas-, para ofrecer al público su verdadero rostro político.
Nunca Maquiavelo y su famosa frase “el fin justifica los medios”, tuvo  más vigor en los entresijos políticos de Aguilar que en la pasada noche del 1 de marzo, cuando  el tornavoz del salón de plenos recogía las palabras encrespadas  del señor Zurera defendido, como fiel escudero del PSOE, los presupuestos de Francisco Paniagua. ¡Vivir para ver!.
Dicen que la política hace los más extraños compañeros de viaje, y que duda cabe que  más que extraño resultó asombroso comprobar la noche de autos cómo, Francisco Paniagua y Antonio Zurera,  o Antonio Zurera y Francisco Paniagua ( UPOA =PSOE)   emprendían  juntos un camino  sin retorno que nadie puede vaticinar a donde les conducirá, pero que sin duda rompe todos los criterios de lógica y  sensatez política, ya que el punto de partida de esta insólita  e inesperada afinidad,  tiene como base  el pozo de improperios y descalificaciones que la antes UPAN y ahora UPOA han vertido durante 20 años  contra el  PSOE y sus alcaldes.
 Mucha amnesia  van a necesitar  los socialistas de Aguilar para asimilar la reicen estrenada  empatía entre su alcalde y el portavoz de UPOA, preludio de  estrategias políticas comunes en las que no sabemos si le tocará al PSOE radicalizar sus posturas para converger con UPOA, o será UPOA la que relativice sus  tan cacareados principios de la Izquierda radical para echarse en los brazos del PSOE. El tiempo, juez inapelable de la verdad, pone siempre a cada uno en su sitio, y acaba de ubicar a UPOA muy cerquita de los sillones del PSOE.       
Estamos, pues,  ante los preliminares de una nueva comedia en la que, el dejarse querer del alcalde y el deseo imperioso de amar en tiempos de crisis, por parte del primer edil de la Oposición,  constituyen el contubernio preciso y necesario para  la tramoya del nuevo escenario político estreno la pasada noche en el salón de Plenos. Ante esta inesperada realidad  resulta difícil para cualquier analista político local discernir cual de los dos protagonistas ha llegado antes a la conclusión de que  “si no puedes con tu enemigo,  únete a él” 
 Antonio Maestre Ballesteros