Por desgracias no será éste el único verano en el que la denostada crisis determine la economía de la mayoría de los hogares aguilarenses. Todo indica que esta lacra se prolongará, intempore, causando desolación y aflicción en la generalidad de las personas avocadas al paro, y con él, a la precariedad económica, sinónimo de indigencia en el siglo XXI.
De esta debacle no se ha salvado ni la “Casa Grande” (Ayuntamiento), que con la crisis, como argumento, ha liquidado de un plumazo los eventos culturales más destacados del verano Aguilarense (Cata de Vino, Media Luna, Campamento Infantil, Feria de Muestras, etc.,).
La merma de recursos económicos ha sido la coartada perfecta para justificar las medidas que han arrasado el debilitado movimiento cultural de nuestro pueblo. De un plumazo se ha despojado a Aguilar de las pocas actividades de renombre con que contaba. Todo ello, además, sustentado en un llamamiento a la responsabilidad y sensatez proclamado por el Gobierno Municipal, superponiendo el coste económico de estas actividades a cualquier otra valoración.
Compartiendo el criterio de racionalizar y priorizar el gasto de los fondos municipales, incluso el de que algunas de las actividades reseñadas se suspendan temporalmente, no nos parece admisible el que la desaparición de las mismas sea la única alternativa posible, (debemos recordar que cuando muchas de ellas se pusieron en marcha la situación económica del Ayuntamiento era infinitamente peor que la actual).
Compartiríamos la opción de reducir el gasto en eventos, si por parte de la concejalía correspondiente se hubiese presentado un plan cultural alternativo, que, aunque con menor coste, ofertase a los ciudadanos de Aguilar actividades culturales y de ocio que llenasen el estío veraniego.
No sabemos si por apatía o pereza se ha optado por lo más cómodo, es decir, no hacer nada. Menos mal que, al menos, las asociaciones han demostrado tener más arrojo que el concejal, y, aún con crisis, han luchado para mantener sus actividades. De toda la programación cultural veraniega sólo nos ha quedado el Festival de Folklore, por ello, considero de justicia reconocer el mérito y esfuerzo realizado por los miembros de la Asociación Cultural Al-Andaluz.