Cayo Lara, dio hoy en el Pleno del Congreso una respuesta contundente a los drásticos recortes y nuevas medidas de ‘ajuste duro’ anunciadas minutos antes por Mariano Rajoy. El coordinador federal de IU reprochó con firmeza al presidente del Ejecutivo del PP que “usted ha traspasado demasiadas ‘líneas rojas’ en estos siete meses de Gobierno” y le exigió que “someta todas estas medidas a un referéndum” ante el “momento de excepción” en el que nos encontramos.
Lara accedió a la tribuna del Hemiciclo, al igual que los miembros de su grupo, enfundado en la camiseta negra utilizada por los mineros del carbón en sus reivindicaciones de las últimas semanas y en la ‘Marcha Negra’ sobre Madrid que ha culminado hoy con una importante manifestación que ha concluido frente al Ministerio de Industria.
TRANSCRIPCIÓN DE LA ÍNTERVENCIÓN DE CAYO LARA
Señor Rajoy, mi preocupación y la de nuestro Grupo cuando veníamos esta mañana se ha convertido en indignación después de escuchar especialmente la segunda parte de su discurso. Señor presidente, creo que es un buen momento para que apriete el botón bueno -si es que quedan algunos botones buenos en la Presidencia del Gobierno- y que le diga al señor ministro de Industria, al señor Soria, que resuelva el problema de los mineros si de verdad le preocupa a usted seriamente la cola del paro. Si no se resuelve, una parte importante de esos mineros estará formando parte de esa cola que a usted tanto le preocupa.
Hay una frase de una historia que decía: ‘Bienvenido, mister Marshall’. Hoy podríamos decir: ‘Mal venido, mister Marshall’. Viene usted sin un plan para las personas; viene usted de Europa con un plan para los bancos, con el látigo a la mayoría y con el ‘guante blanco’ a los defraudadores de ‘cuello blanco’, valga la redundancia. Nos dice usted que va a haber un plan de estímulo de la economía, que se aprueba, de 120.000 millones de euros, pero ahora lo que se pone realmente encima de la mesa son 4.500 millones de euros. El resto se pospone. Pero vienen 30.000 millones de euros para tapar el agujero de la Banca y, especialmente, para que paguen también los compromisos que tienen contraídos con otros bancos europeos.
El látigo a la mayoría es el paquete de recortes. Es un paquete de recortes duro que ataca a los parados recortando del 60% al 50%, a partir del sexto mes, la prestación, que además adelanta el cumplimiento del ‘pensionazo’ -quiero recordarle que usted y su grupo votaron en contra del ‘pensionazo’ que se aprobó en la legislatura anterior-. Quita concejales. ¿Cree usted que porque recorte un 20% de los concejales se van a resolver los problemas económicos de España? Eso se llama recortar la democracia. Quita salario a los empleados públicos. Ha dicho usted que se han creado en el sector privado dos millones de parados y que en el sector público se habían creado 200.000 empleos. Pues, bienvenidos los 200.000 empleos; ojalá se hubieran podido crear en el sector privado tantos empleos multiplicados por los que se han creado en el sector público.
Elimina a los liberados sindicales. De nuevo le vuelve a hacer un regalo a la CEOE; igual que el regalo que le hizo con la reforma laboral abaratando el despido de una manera importantísima a pesar de que dijo usted en la campaña electoral que no iba a abaratar el despido en este país. Es un nuevo regalo a la CEOE. Ha planteado usted bajar dos puntos en dos años a la Seguridad Social, y eso tiene dos efectos inmediatos: uno, que pone en peligro las pensiones de este país y, el segundo, que es un trasvase más de rentas de la parte de los salarios a la del sector empresarial; es decir, a los beneficios del capital, en la línea y la tendencia que tenemos en Europa y en España de estar trasvasando recursos de las rentas del trabajo a los beneficios del capital, especialmente al sector financiero que hoy tiene asfixiados a los países, asfixia a las economías y asfixia a la democracia, como bien estamos viendo en este momento al actuar al dictado que están marcando los mercados financieros.
Hoy, señor Rajoy, ha echado usted gasolina a las calles de este país con el discurso que ha hecho aquí esta mañana, y cuando se aplique -seguramente se aplicará- lo va a comprobar, pero no busque usted más responsables. Decía ‘guante blanco’ porque, respecto al ITF, el Impuesto sobre Transacciones Financieras a los banqueros, se van a estudiar vías para poder ponerlo en marcha. Es decir, para los de abajo no se estudian vías pero para los de ‘guante blanco’, para los que han creado y están creando el problema real en Europa y en este país, para estos se pueden estudiar vías. Por lo menos manifieste usted, para que lo sepamos, para que lo conozcamos, para que veamos, la protesta solemne en la Unión Europea ante este tipo de políticas, si es que son otros los actores que las están posibilitando.
Hoy no sé si estamos -además de la claridad de la última parte del discurso- en una nueva ceremonia de la confusión. No pasa un momento sin que los ciudadanos nos veamos sobresaltados con noticias que se suceden unas a otras en un piélago de contradicciones. Señor Rajoy, ¿cuál es la verdad? ¿La que nos acaba de contar ahora con respecto a Europa?, ¿la que nos contó ayer en rueda de prensa el señor De Guindos, que a las pocas horas era desmentida por la filtración del memorándum?, ¿la que nos contó usted en su rueda de prensa de 10 de junio, que contradecía también a las declaraciones del ministro de Economía realizadas un día anterior? ¿Cree usted sinceramente que así pueden trasladar un mínimo de confianza y credibilidad a los ciudadanos…
Ustedes, señor Rajoy, están demostrando que no son de fiar, y de eso no les salva ni la puesta en escena en la catedral entregando el Códice Calixtino. Señor Rajoy, ¿es usted consciente de que todas las medidas que están adoptando, además de no figurar en su programa electoral, lo que hacen es provocar más sufrimiento a mucha gente? ¿Es consciente de que los recortes que han adoptado y que nos anuncian no calman a los mercados y a los especuladores financieros? ¿Es consciente de que sigue aumentando la prima de riesgo? ¿Es consciente de que pagamos más intereses que nunca por la deuda? ¿Es consciente de que los recortes solo crean más recesión, más precariedad, más paro y más pobreza? ¿Es consciente de que al final del año habrá 6 millones de parados? ¿Es consciente de que la tercera parte de ellos no tiene ningún tipo de ayuda, a pesar de que está recogido en la Constitución Española? En el sector público ha habido una caída de la afiliación a la Seguridad Social de 60.000 personas en los últimos siete meses. ¿Sabe que se les recorta a más de 170.000 cuidadores de dependientes un 15%? ¿Es consciente de que las listas de espera quirúrgicas aumentan de una manera ostensible? ¿Es consciente de que los empresarios también son víctimas de esta política de recorte y de ajuste duro, con un 41% más concurso de acreedores que en julio de 2011? ¿Sabe que en el primer semestre de 2012 han cerrado 21.000 empresas, el doble que en el mismo periodo del año anterior? ¿Y sabe que en junio de este año hemos tenido 42.000 autónomos menos que en el mismo mes del año anterior?
Señor Rajoy, no se trata solamente de que premios Nobel como Stiglitz o Krugman hayan hecho una severa crítica de las medidas de recortes y de austeridad. La cuestión es que no hay un solo ejemplo en la historia económica que avale que de una crisis de esta naturaleza se pueda salir con medidas de austeridad, recorte de gasto y restricción de la demanda pública y privada. Ahí está el caso de Grecia. Por eso la crisis es cada vez más profunda. La luz del túnel se aleja cada vez más y el sufrimiento se amplía todavía a más personas. Se está cometiendo un auténtico delito contra el Estado. De entre sus líos y sus cosas en Europa, como dijo en una comparecencia ante un medio de comunicación, nos vendía usted un acuerdo europeo de grandes beneficios para España.
Nos contaron ustedes que habían presionado primero para conseguir un rescate a la Banca con la garantía del Estado. Después habían vencido a la señora Merkel, consiguiendo un supuesto rescate ya directo, sólo con condicionalidad a la Banca. Sin embargo, después de las reuniones del Eurogrupo y del Ecofin de ayer y anteayer, la realidad ha vuelto a dar un nuevo giro de 180 grados. Lo que se presenta aquí hoy, señor Rajoy, es una intervención en toda regla, aunque procuren no pronunciar esa palabra. Si ya es grave el hecho de que nos rescaten, más grave aún es que su Gobierno haya faltado a la verdad y haya ocultado a los ciudadanos la realidad de lo que estaba ocurriendo. Estamos ahora en una intervención, y además ‘barata’. Al menos a Grecia -permítame la ironía, dentro del dramatismo de la situación- le han dedicado el 50% de su producto interior bruto; a nosotros, por el momento, nos conforman con 30.000 millones de euros para tapar algunos agujeros de las entidades financieras. En este mar de confusiones volvemos a que estamos con un rescate a la Banca con la garantía del Estado; temporal. Veremos en el tiempo si es temporal o es definitivo. Es decir, un trasvase de la deuda privada a la deuda pública. Es decir, que no sólo hay que pagar una crisis que no hemos creado la mayoría sino que nos endeudamos para pagar la fiesta de unos cuantos, porque estos 30.000 millones van directamente al FROB, para los bancos, por lo que aumentará ostensiblemente la deuda de nuestro país, que habrá que devolver con intereses. A cambio de este rescate se nos exigen en paralelo condiciones muy rigurosas, aunque ustedes se empeñen de manera contumaz en seguir negando la existencia de esta condicionalidad.
Sobre la subida del IVA, les exigen a ustedes subir el IVA. ‘La subida del IVA es el sablazo que el mal gobernante le pega a todos sus compatriotas que ya están muy castigados por la crisis. Subir el IVA es un disparate porque la subida del IVA afecta fundamentalmente a pensionistas y parados’. ¿Le suenan esas palabras, señor Rajoy? Son suyas. Son frases literales suyas que dijo en este Parlamento. ‘Subir el IVA es perjudicial para la crisis económica y para la recuperación del empleo en España. Es ineficaz, es injusta, profundamente injusta. Es un impuesto sobre los parados y los pensionistas. Es el más injusto de los impuestos que pagan proporcionalmente los que menos renta tienen. La política económica que lleva a subir el IVA nos traerá más crisis y más paro, perjudicará el consumo y el empleo; traerá más paro, puesto que llevará contra las cuerdas a pequeñas y medianas empresas y autónomos y, en definitiva, traerá una situación más compleja y más difícil’. ¡Qué razón tenía usted, señor Montoro! Porque estas son sus palabras literales que también pronunció en un momento determinado y son las mismas que hoy pongo encima de la mesa. Porque es verdad; tenía usted razón entonces y tengo razón ahora cuando digo sus palabras.
Lo que ya es esperpéntico -y permítame la expresión, aunque no soy una persona que utilice malos adjetivos-, lo que no es admisible, señor ministro de Hacienda, es que justifique la subida del IVA en que hay muchos que no lo pagan y que deberían hacerlo. ¿Cree usted que la Policía, que la Guardia Civil de Tráfico deberían dejar de poner denuncias porque hay mucha gente que vulnera las leyes de circulación? Es el mismo argumento; lo ha trasladado usted a la economía. Lo dice precisamente el ministro de Hacienda de un Gobierno que ampara y promueve el delito fiscal a través de una impresentable amnistía, ampliada y suavizada a petición de los defraudadores, que es injusta, ineficaz e inmoral, y usted lo sabe.
‘Guante de seda’ con los fuertes y ‘puño de acero’ con los débiles, señor Rajoy. ¿Con qué autoridad moral les va a exigir a los ciudadanos que cumplan con sus obligaciones fiscales cuando desde el mismo Gobierno se patrocina ese incumplimiento? La misma Dirección General de Tributos ha elaborado un informe para defraudadores que ha sido calificado por los técnicos del propio ministerio como un verdadero folleto divulgativo para evasores fiscales. Lo han dicho los técnicos, no lo decimos los políticos. Usted mismo, en su discurso de investidura, señor Rajoy, afirmó que iba a luchar contra el fraude fiscal. Ustedes mismos, con sus actos y los de su Gobierno, se están calificando solos.
Señor Rajoy, este rescate limita nuestra soberanía y, por tanto, la democracia; una democracia secuestrada, que deja en paños menores a la soberanía del pueblo español. Se quitan competencias al Gobierno para traspasarlas a un Banco de España en libertad vigilada por un órgano como el Banco Central Europeo, que carece de cualquier control democrático; de hecho, el Banco Central Europeo está actuando como un auténtico lobby para la Banca europea y la Banca internacional. Se nos impone la creación de una oficina fiscal, un organismo burocrático más que se superpone a esta Cámara, que es la que debería controlar el presupuesto y su ejecución.
Nos imponen la creación de sociedades de gestión de activos inmobiliarios -bancos malos, en términos castellanos, en términos populares-, que usted mismo negó cuando yo le pregunté en el debate de investidura. Señor Rajoy, le pregunté si iba a crear un banco malo. Pues ya están aquí los bancos malos. Usted dijo que no, que no se crearían los bancos malos. ¿Cuál es el valor de la palabra de un presidente?
Nos imponen la profundización y aplicación de la reforma laboral, esa de la que usted dijo que era para crear empleo indefinido, que tiene como exclusiva finalidad reducir los costes salariales; una reforma que, como han reconocido ustedes, no solo no va a generar empleo, sino que provocará pérdidas de cientos de miles de puestos de trabajo. No se pueden hacer peor las cosas, señor Rajoy.
El memorándum de este rescate aumentará la recesión y los recortes sociales para pagar la deuda de los bancos, una deuda causada por ellos mismos y sufrida por los ciudadanos. Hemos pasado de los ‘hombres de negro’ a los ‘hombres del frac’. Un economista diría que se está produciendo una transferencia masiva de riqueza desde los ciudadanos hacia el sector financiero; un ciudadano diría llanamente que le están robando.
Y todo ello sin ni siquiera abrir una comisión de investigación, lo que obligará sin duda a judicializar la exigencia de responsabilidades a aquellos que nos han llevado a esta situación. Una comisión de investigación que ustedes se han negado a crear hasta en cuatro ocasiones en este Parlamento, y ahora lo que pretenden ¿qué es, darnos ‘gato por liebre’ con un sucedáneo de investigación escenificado con una veintena de comparecencias que han planteado en la Comisión del FROB? Sí, abierta, en este caso.
Vamos a volver a presentar la iniciativa para crear una comisión de investigación de verdad para esclarecer toda la verdad, porque este país lo está reclamando mayoritariamente. Los ciudadanos quieren –queremos- saber la verdad y también deben saber que los recortes en Educación y Sanidad no se destinan a mejorar el funcionamiento y la situación de lo público, sino a pagar los agujeros causados por el capital financiero. Hablando de los recortes en Sanidad y Educación, de los últimos 10.000 millones de euros recortados quiero recordarle sus palabras al inicio de la campaña electoral: ‘Meteré la tijera a todo menos a sanidad, educación y pensiones, señor presidente’. Y ha metido la tijera en Sanidad y en Educación, y a los pensionistas les están ya metiendo la tijera en las farmacias, pero no es culpa de los farmacéuticos. Cuánto incumplimiento de palabra, señor Rajoy. Ya sabe un dicho popular: El que falta a su palabra a más ya no puede faltar. La credibilidad se le escapa a borbotones y se manifiesta en cada encuesta que está haciendo el Centro de Investigaciones Sociológicas.
No obstante, señor Rajoy, usted trae a esta Cámara una desesperanza más. Mi grupo parlamentario no se limita a hacer críticas sino que también tiene propuestas alternativas, tenemos propuestas alternativas porque hay alternativas distintas. Ustedes no proponen salidas hacia delante sino regresión social y regresión democrática. Señor Rajoy, le solicitamos hace tiempo una reunión para exponerle un conjunto de medidas para elaborar una salida social a la crisis creando empleo. Sólo hemos recibido una respuesta dilatoria. Le emplazamos a que se produzca esa reunión pero, sobre todo, a que se produzca un debate en este Parlamento para ver cuál es el modelo alternativo de futuro y cómo podemos crear empleo, y en eso sí estamos dispuestos a mojarnos en un acuerdo.
Hemos presentado en esta Cámara propuestas de reforma fiscal para financiar el estímulo de la economía real y la creación de empleo, reformas para lograr una mayor justicia fiscal e impositiva que han sido rechazadas por el rodillo de su mayoría absoluta. Hemos presentado propuestas concretas para combatir el fraude y la economía sumergida pero su grupo también las ha rechazado, tristemente en coherencia con su injusto afán de amnistiar a los defraudadores. Usan ustedes su mayoría absoluta para levantar una barrera contra todo aquello que puede ayudarnos a salir de la crisis en beneficio de la mayoría social, pero no la hacen valer frente a las imposiciones de Bruselas.
Señor Rajoy, para ir terminando quiero manifestar que nos parece insuficiente la prórroga de un año para lograr el objetivo del déficit. Espero y le pido que utilice esa misma flexibilidad con las comunidades autónomas, con las que se va a reunir el ministro en el Consejo de Política Fiscal y Financiera este jueves, porque no tienen apenas capacidad para aumentar sus ingresos fiscales, y las exigencias que usted les ha impuesto están llevando a la angustia a millones de ciudadanos en las comunidades, da igual que las gobierne el PSOE, que las gobierne el PP o que las gobernemos de manera compartida nosotros con el Partido Socialista. Traslade usted esa flexibilidad -repito- que le ha concedido Bruselas a las comunidades y no utilice en ningún caso la posibilidad de ayudar en la deuda a las comunidades como un chantaje para conseguir una mayor austeridad.
Las comunidades autónomas están gastando en este momento un 37% del erario público pero en Sanidad, en Educación y en servicios sociales, que los tienen transferidos. El Estado, excluyendo la Seguridad Social, supone un 22% del gasto público y, sin embargo, es mayor el déficit aplicado a las comunidades autónomas que al Estado español. Reconsidere y reflexione sobre esa situación porque se lo van a decir las voces que van a seguir saliendo además de sus propias filas, de sus propios alcaldes, concejales y presidentes de comunidades autónomas, que son los que tienen que poner la cara para decirle a la gente que no, por lo que la gente tiene más sufrimiento. Si sigue usted por ese camino cada vez se escucharán más esas voces, pero también se escucharán más voces en las calles de nuestro país.
Quiero que me responda a una pregunta, señor presidente, si lo considera: Si está dispuesto a tomar la decisión de paralizar todos los desahucios en las viviendas de las entidades financieras intervenidas con recursos públicos, más allá de las recomendaciones a los bancos que nos trajo el señor ministro de Economía.
En todo caso, quiero decirle que mi grupo va a oponerse con resolución a que en los bancos en los que haya entrado el Estado sigan desahuciando y echando a la gente de sus hogares porque sólo han cometido un delito: han perdido el empleo y no pueden pagar la hipoteca. Y un Estado serio, social, responsable no puede permitir que con recursos en las entidades financieras se esté echando a esa gente a la calle, repito, porque además se está convirtiendo en cómplice de esos desahucios y nos hace cómplices a toda la sociedad española.
Señor Rajoy, concluyo rápidamente -todavía estoy en el tiempo que me permite el presidente de la Mesa- con la cita de un presidente de un país cuya reserva federal sí hace sus deberes, al menos desde la crisis del 29. Se trata de Thomas Jefferson y seguro que la conocen porque es muy conocida. Decía Jefferson en 1802: ‘Pienso que las entidades bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que todos los ejércitos listos para el combate. Si el pueblo estadounidense permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos privados y todas las entidades que florecerán en torno a ellos privarán a los ciudadanos de lo que les pertenece, primero, con la inflación y más tarde con la recesión, hasta que sus hijos se despierten sin casa y sin techo sobre la tierra que sus padres conquistaron’. Es una buena cita que más de 200 años después tiene vigencia plena en nuestra economía desarrollada capitalista de producción.
Hay dinero para buscar una salida no por la vía de los recortes, sino por la vía de los mayores ingresos. Hay un estudio que ha presentado recientemente Ghesta, un sindicato de los técnicos de Hacienda, y dice que se pueden conquistar, en un periodo relativamente corto de tiempo, 63.000 millones de euros. Plantean que hay que hacer un tramo más del 35% en el Impuesto sobre Sociedades. ¡Es que los que ganan dinero en las empresas tienen que aportar un 35%! Estamos en tiempos de crisis y eso no está planteado. Se tiene que investigar en la economía sumergida y se pueden conseguir, de los 23 puntos, 10 puntos trabajando en serio contra la economía sumergida; que el IRPF se puede tocar en los tipos marginales; que se puede prohibir las operaciones a corto; que ya es hora de que se acabe con las Sicav en nuestro país y que el Impuesto de Transacciones Financieras se puede poner en marcha. Además, se puede poner una fiscalidad verde, pero una fiscalidad verde no es poner un impuesto a las energías renovables. Eso no es fiscalidad verde. Esa es una fiscalidad que camina en la dirección contraria a la fiscalidad verde.
Señor Rajoy, una parte fundamental de todo esto que usted está haciendo no está en su programa. He cogido el programa, me he preocupado de leerlo y comprobar las medidas que usted ha adoptado, y no está en su programa electoral. Está en el Plan Nacional de Reformas del Partido Popular que no acompañó la campaña del Partido Popular. Ahí sí hay una parte importante de las medidas que ya vienen muchas de ellas desde Europa, del consenso de Washington y del Tratado de Maastricht, ese al que usted ha aludido, porque de ahí también vienen los males, del tipo de construcción europea que se ha hecho.
Nosotros estamos por Europa, pero otra Europa, no la Europa a la que el Banco Central no pueda dar recursos a los países al 1% para nuestra deuda soberana y se los dé a los banqueros para que especulen con los recursos colectivos contra las ciudades, contra los ciudadanos y contra los pueblos. Hay que hacer otra arquitectura, no depende de nosotros solos, pero plantéelo cada día que se siente en un Consejo de la Unión Europea; plantéelo cada día. No es tan complejo que lo leamos y que lo escuchemos en esos medios de comunicación. Como no estaba esto en su programa, señor Rajoy, hay una cosa gravísima y es que usted vulnera un contrato que ha establecido con sus electores. No le he votado, es una obviedad, como usted a mí tampoco, pero con sus electores -y yo no soy quién para defender aquí a sus electores- usted contrajo un comprimo en la campaña electoral y tiene que cumplir con ese compromiso y, si no, tiene la obligación de salir y explicar exactamente por qué no puede cumplir con ese compromiso, y eso lo hace usted poco, señor Rajoy. No ha querido hacer un debate sobre el estado de la Nación. Usted ha venido a traernos lo que ha pasado en Bruselas hace 13 días y, además, a decirnos lo que va a hacer en el Consejo de Ministros del próximo viernes. Pregunte al pueblo, señor Rajoy. Someta estas medidas a un referéndum porque estamos en un estado de excepción social y económica en nuestro país. Estamos en una democracia intervenida. Hágalo, señor Rajoy.
Concluyo, y le doy las gracias por su amabilidad, señor presidente, que no es más -hay que decirlo- que la que ha tenido con los otros intervinientes anteriores. Señor Rajoy, en el Consejo de Ministros del viernes el rey va a formar parte de ese Consejo de Ministros. La noticia es que estará. ¿Ya no estará? Estará en la primera parte del Consejo de Ministros. Señor Rajoy, ¿apela usted al rey para respaldar unas medidas claramente injustas e inútiles? Usted sabrá lo que hace.
Nosotros vamos a apelar a los ciudadanos, a las trabajadoras y a los trabajadores para combatir las medidas que usted ha traído hoy aquí, a este Congreso, porque, señor Rajoy, usted ha traspasado demasiadas ‘líneas rojas’ en estos siete meses de Gobierno y de gestión.