El Secretario General del Partido Comunista de España, José Luis Centella, ha mostrado su solidaridad con la familia de los Guardias Civiles y el intérprete muertos en Afganistán, sumándose al dolor que causa una muerte inútil en una misión cada vez más claramente de guerra. También anuncia que durante los meses de septiembre y octubre promoverá una iniciativa ciudadana para llevar al Parlamento el debate sobre la necesidad de retirar las tropas de Afganistán
En consecuencia, el PCE reitera su postura contraria a la presencia de tropas españolas en Afganistán y recuerda que la decisión de la OTAN de impulsar una Guerra abierta en Afganistán implica a nuestras tropas en una Guerra de ocupación similar a la que se vivió en Iraq y que los incidentes producidos tras la muerte de los ciudadanos españoles ponen en evidencia lo absurdo de continuar siendo partícipes de esta operación.
Para Centella “la gravedad de las decisiones de la OTAN y la conformidad con la que está actuando el Gobierno español es similar a la tomada por Bush, Blair y Aznar al decidir iniciar la Guerra de Iraq” y equipara al Gobierno de Zapatero con las peores decisiones del Gobierno de Aznar en materia de intervenciones militares de España en el exterior, haciéndole responsable de sus consecuencias
Según el Secretario General del PCE “la decisión de la OTAN de incrementar las acciones militares en Afganistán pone de manifiesto, por una parte el fracaso de la llamada operación libertad duradera, que ni ha terminado con los talibanes afganos ni mucho menos ha detenido a los jefes de Al-Quaeda y, por otra parte, deja claro el objetivo que tenían las tropas de la OTAN que no era otro que la ocupación del país en función de los intereses de los EE.UU. para controlar los recursos naturales de la zona”.
En este sentido, el PCE denuncia que al contrario de lo que el Gobierno quiere hacer ver a la opinión publica, nuestras tropas en Afganistán no cumplen una misión humanitaria, ya que los soldados no han sido enviados porque ese país requiera ayuda humanitaria con particular urgencia. La realidad es que en el mundo hay muchos países que reclaman ayuda de forma mucho más perentoria, como es el caso de gran parte de continente africano con cientos de muertes diarias por hambre, que podían ser paliadas si se le dedicasen una parte de los fondos militares que se están gastando en Afganistán.
Para el PCE tampoco se puede decir que nuestras tropas están tratando de ayudar a crear un Estado democrático y libre, porque la realidad es que en Afganistán no se está creando una democracia que vaya mas allá de un simulacro de elecciones, nada libres por cierto, ya que los apoyos locales que consiguió Washington para desencadenar la guerra y derrocar a sus antiguos aliados, los talibanes, no tienen ningún apego ni a la libertad ni a la democracia, ni mucho menos a la justicia social. RAWA, una organización de mujeres afganas, ha manifestado en diversas ocasiones que los actuales gobernantes son «talibanes sin barba». Los que les diferencia, amén de un reaccionarismo menos rígido que sigue manteniendo a la mujer bajo el burka y que es tan corrupto o más que el anterior régimen, es su servilismo ante los intereses norteamericanos