jueves, 5 de agosto de 2010

Aniversario del asesinato de Blás Infante

El próximo 11 de agosto se cumplen 74 cuatro años del asesinato de Blas Infante en el kilómetros 4 de la carretera de Sevilla a Carmona por las fuerzas golpistas del 18 de julio. Con este motivo se celebrarán algunos actos institucionales en memoria del que ha sido proclamado por el Parlamento Andaluz como “Padre de la Patria Andaluza”. Considero que a pesar de este reconocimiento institucional, tanto la figura humana como el legado político que dejó este ilustre andaluz está poco reconocido y valorado, incluso me atrevería a decir que, en muchos casos, tergiversado.


Desde mediados de la década de 1980 se rinde homenaje a su memoria en Aguilar a través de los monolitos levantados en su recuerdo. El más antiguo, auspiciado por la alcaldía de Manuel Espinosa y consistente en una columna y un boque de mármol con su nombre se levantó en los antiguos arriates de la glorieta de los pisos (rotonda de la fuente), junto a un gran mástil en el que ondeaba la bandera andaluza. Este primer elemento fue sustituido posteriormente por el busto que realizó el escultor Francisco Luque, trasladándose el primero a los cercanos jardines del “cuartel”. La remodelación de la glorieta y la colocación de la fuente obligaron a trasladar el monumento al lugar del monolito y a reubicar éste en la barriada de la Cagona donde aún se conserva.

Estas circunstancias han determinado a que Aguilar cuente con dos elementos recordatorios permanentes de Blas Infante, lo que, sin duda, es importante para que la nuevas generaciones conozcan y valoren la figura de este personaje histórico, patrimonio intelectual y político para todos los andaluces. Aún así se hecha en falta algunas iniciativas institucionales o particulares que revitalicen su memoria e inciten a dar a conocer su legado en nuestro pueblo. Pienso que el 11 de agosto no debería de pasar tan inadvertido y desde el Cabildo propiciar un homenaje recordatorio todos los años, en el que participase todo el movimiento asociativo del pueblo (aunque fuese simplemente el depositar una flor en su monumento y leer algunos textos o poemas suyos). Blas infante se encuentra entre los miles de andaluces que fueron juzgados y condenados a la pena de muerte con un juicio sumarísimo e ilegal, cuyas sentencias deben ser revisadas y anuladas, iniciativa a la que debería sumarse también nuestro Ayuntamiento. Sirvan estos datos biográficos que reproducimos como homenaje y recuerdo, y espero también, como incentivo para que se tome la iniciativa del homenaje anual.

Casares 1885-Sevilla 1936) Político español. Realizó sus primeros estudios en su malagueña localidad natal, pero en 1896 se trasladó a Archidona como alumno interno del Colegio de los Escolapios, donde permaneció hasta finalizar el bachillerato en 1900. Se matriculó por libre en la Universidad de Granada y obtuvo la licenciatura en derecho en 1906 y tres años más tarde ganó las oposiciones para notario. Recién graduado, empezó a frecuentar el Ateneo de Sevilla, donde escuchó un discurso nacionalista pronunciado por Mario Méndez Bejarano, que significó el comienzo de su reflexión andalucista, cuya primera manifestación fue «El ideal andaluz» (1915). Un año más tarde rompió con el Ateneo y organizó los Centros Andaluces, que en 1918 convocaron a la asamblea de Ronda, en la cual se restituyó la bandera nacional andaluza, se elaboró un himno y se envió un alegato a la Sociedad de Naciones. Tras la asamblea realizada en Córdoba el año siguiente, redactó el «Manifiesto andalucista», más radical que el surgido de Ronda. Se presentó como candidato por Democracia Andaluza en 1919, pero, durante la dictadura de Primo de Rivera, los Centros Andaluces fueron clausurados y se refugió en Madrid durante nueve meses.

Regresó a Andalucía para hacerse cargo de la notaría de Isla Cristina, en Huelva, donde se dedicó a investigar las raíces culturales andaluzas, parte de las cuales expuso en «Orígenes de lo flamenco y secretos del cante jondo». De vuelta a la política, fue candidato por República Revolucionaria Federal Andaluza, que quedaría en segundo lugar, y fue acusado de complot; en descargo de esa acusación, escribió su célebre «La verdad sobre el complot de Tablada» y el «Estado Libre de Andalucía». Durante la segunda República los Centros Andaluces fueron sustituidos por las Juntas Liberalistas de Andalucía. En julio de 1936 fue nombrado presidente de honor de la Junta Regional pro Estatuto, pero el 19 de ese mes Queipo de Llano ordenó su detención, y fue fusilado la madrugada del 11 de agosto.

Antonio Maestre Ballesteros