Lara destaca que “este mensaje del jefe del Estado ha sido uno de los más pobres en contenido que recuerdo. En muchos momentos resultada retórico y hueco. Es de lamentar, especialmente, que en buena medida se haya situado fuera de la realidad al evitar señalar conscientemente las causas de la recesión que nos atenaza, del incremento del paro y de la pobreza, de los desahucios, del expolio de los servicios públicos al que nos quieren someter y la nula alusión a la importante contestación social, de la que Juan Carlos no parece haberse enterado”.
“Considero que el rey –detalla el máximo responsable de IU- optó por un discurso plano aun a costa de renunciar a la credibilidad y de señalar a los responsables del desastre económico y de la crisis de la política que han convertido los derechos constitucionales en papel mojado”.
En su opinión, “no hay el menor atisbo de autocrítica por parte del jefe de un Estado cuya ciudadanía está atravesando uno de los peores momentos de su historia reciente. Por el contrario, pretende dar consejos sobre ética social desde una institución que no ha sido precisamente el mejor ejemplo por un caso por todos conocidos y que ya parece haber desaparecido de sus preocupaciones. En todo caso, la monarquía ha contribuido a ahondar en ese descrédito de la política que ha señalado en su discurso”.
Cayo Lara lamenta profundamente que este mensaje político del Jefe del Estado “sitúe al país en la desesperanza. Según él, las cosas pasan de forma irremediable y hay que adaptarse a ellas. Por ejemplo, y me ha parecido muy fuerte, asume como natural el éxodo en busca de trabajo al exterior de la generación de jóvenes mejor formados de la historia, lo que da por bueno de forma resignada porque a su vuelta constituirán un ‘efecto dinamizador’ de nuestra economía. Resulta triste”.
Lara reprocha también al jefe del Estado “la mala e inútil reiteración de las consignas del Gobierno. Justifica los recortes mientras no aporta ningún mensaje sobre la necesaria salida justa y social a la crisis. Se limita a hablar de términos abstractos como la confianza y el sufrimiento que hay que soportar ahora para el bienestar de mañana. Nos trata de endosar unos dogmas de fe que no tienen más objetivo que justificar el expolio de derechos sociales, laborales y económicos al que una minoría está sometiendo a cada vez más capas de la sociedad”.
Cayo Lara insiste en que “hemos asistido al discurso de una institución caduca que forma parte de las políticas que nos han conducido al mayor desastre económico, social y laboral de la etapa democrática”.
Del mismo modo, “no cuestiona el injusto modelo neoliberal de construcción europea construido por las políticas del bipartidismo”, explica el coordinador federal de IU. “Habla del proyecto de construcción europea sin cuestionar su arquitectura orientada por las políticas bipartidistas a debilitar las democracias, trasladar el poder de decisión a los poderes financieros a través de organismos no democráticos, impidiendo a los Estados ejercer el papel de garantes de la justa redistribución de la riqueza para asegurar el bienestar colectivo”, advierte.
