jueves, 11 de noviembre de 2010

Manifiesto por un Estado laico

DENUNCIAMOS QUE…

…después de más de treinta años del inicio del proceso democrático, al igual que ha sucedido durante siglos, seguimos padeciendo una profunda institucionalización confesional católica de los poderes del Estado, en materia simbólica, jurídica, económica, tributaria, legislativa y de enseñanza.

Nuestro ordenamiento constitucional está preñado de ambigüedades en esta materia, sin embargo se reconoce la igualdad ante la ley, la no discriminación por razón de las creencias y convicciones y que ninguna confesión tendrá carácter estatal, pero estos principios se vulneran, casi permanentemente, por los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, concediendo, los gobiernos de turno, cada vez mayores privilegios a las entidades religiosas, especialmente a la iglesia católica y de forma escandalosa, en lo que respecta a la financiación y a las cesiones en materia de enseñanza, todo ello en detrimento de la construcción del Estado laico.


Por otra parte, el episcopado católico, utilizando recursos públicos, amparándose en una hegemonía otorgada por el Estado y utilizando su enorme poder económico, simbólico y mediático, ataca, con saña, la voluntad popular, expresada a través del poder legislativo estatal y territorial, cada vez que se avanza en el reconocimiento de derechos, como los de los gays, lesbianas, transexuales y bisexuales, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, las investigaciones biológicas con fines terapéuticos o el derecho a morir con dignidad y a decidir sobre la propia vida, entre otros.

Esta injerencia se pondrá de manifiesto, con gran nitidez, durante las próximas visitas del líder religioso católico Benedicto XVI a Santiago de Compostela y Barcelona en noviembre de 2010 y a Madrid en el verano de 2011. Instituciones del Estado español y responsables públicos le investirán, vergonzantemente, de un inexistente liderazgo político. Además, en un período de recortes sociales y de crisis económica, se producirá un sustancial desvío de fondos públicos para financiar los fastos de estas visitas privadas.

RECHAZAMOS…

…la intención, expresada por el actual Gobierno, para regular, exclusivamente, la multiplicidad de confesiones en el anteproyecto de reforma de la actual Ley de Libertad Religiosa. Esto sólo servirá para enmascarar el sometimiento de las conciencias individuales a los dictados de cada jerarquía religiosa. Una vez más, nos tememos que consistirá, si se lleva a cabo, en una tenue reforma y que no entrará a fondo a eliminar los enormes privilegios de la religión católica, discriminando a las personas con creencias o convicciones ateas, agnósticas, indiferentes, e incluso a aquéllas con creencias religiosas discrepantes de las jerarquías eclesiales.

POR ELLO EXIGIMOS…

…la derogación de los Acuerdos del Estado Español con la Santa Sede de 1979, el Concordato de 1953 y la Ley de Libertad religiosa de 1980.

…una Ley de Libertad de Conciencia que sitúe en pie de igualdad a todas las creencias y convicciones, sean de origen religioso o no, que reconozca y respete la independencia y preeminencia del poder político y por tanto de lo público y de todos, frente a lo que debe ejercitarse en el ámbito privado y particular de un grupo, que representan las religiones.

Europa Laica, al igual que las asociaciones y personas que avalan esta convocatoria, llamamos a toda la sociedad para que, lejos de sentir el laicismo como ajeno, perciban que con su defensa lo  que está en juego es la calidad de nuestra convivencia democrática, el fomento del pluralismo ideológico y nuestra propia condición de ciudadanas y ciudadanos libres e iguales en derechos.

Por ello deseamos contribuir a establecer las bases para la construcción del Estado laico, como garante del Estado de Derecho, que sólo se conseguirá con un fuerte respaldo de la ciudadanía, a la que hacemos un llamamiento para una movilización activa y permanente.

Madrid, octubre de 2010