El portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, junto al resto de componentes del Grupo Parlamentario de ERC-IU-ICV han remitido hoy a José Bono su propuesta para “promover cambios en el Reglamento de Pensiones Parlamentarias, en el Régimen de incompatibilidades de los diputados y en la publicidad de los bienes y rentas de los diputados”.
Esta propuesta se produce como respuesta al escrito que Bono dirigió a los portavoces el pasado 25 de enero. No obstante, se da la circunstancia de que antes de que al presidente del Congreso se le ocurriera realizar esta propuestas hace dos semanas -entre otras cuestiones por el debate social abierto en algunos medios de comunicación sobre supuestos ‘privilegios’ de los parlamentarios- “formaciones políticas como Izquierda Unida llevan ya varias legislaturas presentando de forma reiterada y fallida, dado el sistemático rechazo de PSOE, PP y CiU, iniciativas casi idénticas a las que estas formaciones no sólo dicen ahora que van a apoyar, sino que se arrogan de forma hipócrita su paternidad”, se asegura desde IU en el Congreso.
El registro de la Cámara, las actas del Congreso y la hemeroteca pone a cada uno en su sitio en situaciones como ésta. Así, el mismo día 25 de enero en que Bono manda su carta a los portavoces de los grupos, PSOE, PP y CiU unían sus votos en el Pleno de la Cámara para echar por tierra la proposición de ley orgánica defendida por Llamazares para endurecer el régimen de incompatibilidades de los cargos públicos (diputados en ellos) y suprimir las rentas vitalicias de las que gozan los ex presidentes del Gobierno aun trabajando para el sector privado como es el caso de Felipe González y José María Aznar. Populares y socialistas coincidían ese día en atacar la propuesta por “cuestiones formales y técnicas”, así como por ser “improvisada y populista”. ‘Olvidaban’ que IU había registrado su iniciativa 26 meses antes, en concreto, en noviembre de 2008.
Además, desde el 26 de marzo de 2009 lleva registrada una proposición no de ley para su debate en la Comisión Constitucional (nº de registro 161/941) con el inequívoco enunciado de PNL sobre “Medidas de transparencia y eficacia del régimen de incompatibilidades de los Diputados”. En esta iniciativa elaborada por Llamazares se plantea, entre otras cuestiones, reforzar “la dedicación exclusiva al trabajo parlamentario”, medidas de transparencia sobre los bienes patrimoniales de los diputados o el “establecimiento de mecanismos de esclarecimiento, vigilancia y verificación de lo declarado”.
Llamazares se vio obligado a un peregrinar de presentaciones y retiradas de esta iniciativa en varias comisiones hasta que en mayo de 2009 fue finalmente aceptada en la Constitucional ante los obstáculos puestos de nuevo por PSOE y PP, con la colaboración de CiU, para dificultar su tramitación.
Meses después, en octubre de ese mismo año, ocurrió lo mismo con otra iniciativa para que los parlamentarios tuvieran la obligación de hacer público su patrimonio y sus declaraciones de la Renta. Llamazares registró el 28 de octubre esta propuesta como enmienda a la proposición de Reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados pactada en abril y que se tramitaba por el procedimiento de urgencia.
La propuesta señala en concreto que “el Congreso recabará de cada diputado la presentación anual de su Declaración de la Renta y una Declaración de su Patrimonio, y regulará la publicidad de ambos documentos que se archivarán en el correspondencia Registro”. PSOE, PP y CiU trasladaron de forma contundente a Llamazares su completo rechazo a la iniciativa, por lo que el diputado de IU no pudo someterla a votación en Pleno y anunció su remisión posterior a la Comisión del Estatuto del Diputado.
“Ahora -afirma Gaspar Llamazares-, desde ERC-IU-ICV volvemos a concretar nuestra sensibilidad en esta cuestión con una propuesta a Bono clara, específica y sin rodeos. Y lo hacemos con la autoridad política y moral que nos da llevar años batallando en solitario por una cuestión que otros parecen haber descubierto milagrosamente ahora y que da la impresión de que quieren capitalizar sin importarles la hipocresía política que acarrea”.