lunes, 28 de enero de 2013

Garzón en Aguilar de la Frontera

Pequeño se quedó en la noche de ayer el salón de actos del Molino del Duque para acoger a las numerosas personas que asistieron al acto público organizado por el Consejo Local de Izquierda Unida, y en el que participaron el economista Alberto Garzón y el abogado Rafael Mayoral, el primero diputado de IU por Málaga, y el segundo destacado miembro del Movimiento 15-M.



Más de 200 personas abarrotaron el salón, y otras muchas se quedaron sin poder acceder al mismo para asistir a este atrayente acto en el que se analizó por tan destacados y jóvenes políticos el origen de el crisis económica y las consecuencias sociales que la misma está acareando a las clases sociales más bajas de la población y al conjunto de las trabajadoras y trabajadores.

Tras la presentación de los dos oradores por el coordinador Local de IU, Antonio Maestre, tomó la palabra Alberto Garzón, quien en una brillante y pedagógica alocución plasmó el contexto sociopolítico en el que se origina la crisis, los impulsos que la misma recibe desde los ámbitos económicos que la han generado, los fines que persigue, y su carácter estructural ante la inherencia que mantiene con el sistema Capitalista.

Planteó Garzón las alternativas de lucha contra este mal social, y señaló como únicas vías para contrarrestar todo el daño que está provocando, el poder articular una alternativa de izquierdas válida y con capacidad de enfrentarse a los poderes económicos europeos, que son los que mantienen y sustentan las políticas económicas que alimentan y salvaguardan la crisis económica, ya que constituye uno de los factores que garantiza los beneficios económicos perseguidos, a costa del sacrificio de las personas.

El abogado Rafael Raya, por su parte, centro su intervención en el análisis de una de las consecuencias sociales más graves y dramáticas que conlleva la especulación económica sobre la que se sustenta la crisis, como constituyen los desahucios, en los que el jurista reflejó el brutal ataque que estas prácticas amparadas en la legalidad, suponen contra uno de los derechos fundamentales de las personas, consagrado el las Cartas Internacionales de Derechos Humanos, como es el derecho a la vivienda, que está siendo vulnerado sistemáticamente por los poderes políticos de la manera más denigrable.

Denunció la impunidad con que los poderes del Estado y el capital estaban actuando contra las personas, y puso en entredicho la ilegitimidad de una legalidad hecha y puesta al servicio de unos intereses económicos que vulneran el derecho de los seres humanos. Señaló la falsedad de una Constitución que ha sido secuestrada por los intereses peculios de una oligarquía económica y política intercesora del Capitalismo más visceral.

Tras las intervenciones, se abrió un turno de palabras, en el que ambos ponentes respondieron a numerosas preguntas de los asistentes, abundando y precisando algunas de las cuestiones abordadas con anterioridad. Concluyó el acto con un caluroso u efusivo aplauso a los dos oradores.